sábado, 15 de diciembre de 2012

Lumbre, llama, rescoldo



Mira el fuego cómo se ríe de mi. Cómo baila sin música y sin que nadie se lo pida. Míralo. Tan ardiente y sensual como si hubiese salido de cualquier anfiteatro o de cualquier after hour. Y se que se ríe de mi por cómo envuelve al tronco y lo reduce a cenizas. Aún recuerdo cómo bailé por última vez con fuego. Jugué con él y hasta lo emborraché. Tomo mis manos y se volvieron cálidas, sudorosas, como si estuviera en un verano en pleno invierno. Quemé mis naves y alcé una mano pero, instintivamente, me la bajó con malos humos. No le gustó que la levantase y vomitó una llamarada que casi me deja sin barba. El fuego, tan amigo y tan guerrero. Tan borracho y tan abstemio. Baila al son del silencio y da luz a esta oscuridad. El fuego, la lumbre, la combustión de este par de cuerpos fríos que bailaron una noche mientras pisaban su sombra. No le guardo rencor porque donde hubo fuego quedó ceniza y cuando tuve frío me dio calor. Fui amigo del fuego y enemigo del viento. Pero se ríe de mí. Se ríe sin compasión. Se apaga. Se suspende el calor. Le echo leña. Bailamos.


0 comentarios:

Publicar un comentario

Con la tecnología de Blogger.

Template by:

Free Blog Templates