El taxi olía a cerrado, a canela y nieve, a sofrito o que se yo que cosa, pero olía a cerrado, mal, mejor dicho, a tinieblas. Sin embargo la simpatía que derrochaba su conductor no correspondía con el mal ambiente creado en su vehículo. Se trataba de un señor mayor de pelo blanco, entre 60 y 25 años, una criba bien amplia porque el tiempo me enseñó que los prejuicios terminaban equivocando mis intereses. Marido trabajador que lucía bien orgulloso su alianza, deboto del Gran Poder y oyente de M80 Radio, era toda la información que pude sacar de él. Bueno, sin olvidar que el taxi olía a jabalí muerto. No tardó en hablarme.
-Lo bien que sientan estas lluvias ¿verdad?
-Bueno, sí -contesté educadamente pero sin muchas ganas de hablar.
-Todo lo que nos rodea es agua y sin ella no sobreviviremos. Los pantanos, los ríos, los océanos, los sueños,...
-¿Los sueños?
Confieso que la relación acuática vs onírica despertó mi interés
-Por supuesto, los sueños dependen del agua, como crees que se mantienen en el aire, ¿volando?. No, no, los sueños no están en el ambiente o mejor dicho, no vuelan solos. Están en el agua. El aire contaminaría los sueños y es lo que poco a poco está sucediendo en el agua. Pronto habrá que buscar una nueva forma de transportar los sueños porque su medio acuoso terminará colapsado de contaminación.
-Pero, ¿por qué dices que que "no vuelan solos"?
-Pues que sí pueden estar en el aire, pero gracias al agua. La lluvia, el rocío, la nieve,...el aire está lleno de moléculas de agua que humedecen nuestras vidas.
-Vale, vale, suponiendo que lo que cuentas es verdad, ¿qué tiene de beneficioso?
-Realmente nada, solamente que podemos ver los sueños. Al menos el transporte. Suficiente para saber que lo que bebemos cuando tenemos sed están llenos de sueños, tuyos o de otros, pero sueños
-Excepto cuando bebemos cerveza- bromeé
...
-Eso no ha sido gracioso.
Me ruboricé
-Perdón
-Perdonado
-Entonces, ¿cuando nos bañamos en la playa?
-La gente no sabe el daño que hace cuando orina en la playa. Mancha de ese líquido todos nuestros sueños. ¡Pero qué error!. La orina procede de los riñones, y todos los líquidos malos de nuestro cuerpo son expulsados mediante la orina. Y si la mezclamos con nuestros sueños...
-Se contaminan
-Exacto. Vas entendiéndolo. Date cuenta de una cosa. Nuestro cuerpo humano está compuesto el 75% de agua. Eso dice mucho de nosotros. Estamos siempre pendientes de nuestros sueños, de saber si cumpliremos o no nuestros sueños. Nos amparamos un 75% más en los sueños que en nuestra realidad. ¿No te parece interesante?
Entonces empecé a llorar
-¿Por qué lloras hija? -dijo el taxista
-Ayer lo dejé con mi novio, el hombre de mi vida, y ahora expulso parte de mis sueños.
-Lo siento mucho, son siete con treinta.
-Cóbrate ocho euros
Y en la calle seguía lloviendo