Ya nos cansamos de llorar, de asfixiarnos, de bailarles el agua. De botar al son de los dirigentes, de votar a impresentables. Ya nos cansamos de pagar sus yates, sus coches, sus pensiones vitalicias. De poblar las oficinas del INEM, de rogar un trozo de pan. Nos cansamos y armamos nuestras manos con pancartas, vítores y cánticos, con esperanza. Y sentimos que se mueve algo, que esto puede cambiar. Sentimos que nuestra unión forma su desunión. Porque pedimos justicia, que la democracia sea realmente el poder del pueblo ya que, hoy día, la palabra democracia es de esas cosas que irónicamente no representan su significado y que nos hacen caer en una decepción más de la lengua. La lengua, la misma que nos ha hecho callar tanto tiempo y que ahora grita libertad. La misma que solicita, formalmente y avalada por miles de ciudadanos, como a los bancos sutilmente gustan, que levanten un poco el pie de nuestras cabezas, que dejemos de ser una generación perdida, que podamos soñar y/o que nos enseñen a hacerlo.
2 comentarios:
Saludos y apoyo total desde Bs As....
muchas gracias. No sabemos donde llegará esto, pero lo que es seguro es que se han dado cuenta que no estamos muertos.
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